En este asunto hay que tener en cuenta una cosa muy sencilla antes de proceder a un desahucio. A veces los medios de comunicación exageran la situaciones o nos cuentan precisamente aquellos casos más extremos, que ni mucho menos son la norma habitual. Esto nos lleva a desconfiar de la justicia y a tener miedo a poner en alquiler una propiedad, especialmente si es una vivienda.
En primer lugar quiero dejar claro que la OCUPACIÓN ILEGAL de una vivienda tiene una solución bastante sencilla y es acudir a la vía penal; poner una denuncia que abrirá una instrucción penal y concluirá con la calificación de un delito leve si no ha habido violencia, lo cual conllevará una multa para el ocupante y la recuperación de nuestra propiedad en un periodo de tiempo relativamente corto. Cuanto antes lo hagamos mejor para que no se complique con otras vicisitudes legales.
Si tenemos un contrato de alquiler y no nos pagan. En primer lugar, yo intentaría una solución negociada con el inquilino, de esta forma podremos conseguir que el problema se resuelva sin tener que interponer una acción judicial que puede llegar a alcanzar un año o más. Si el arrendatario no tiene recursos, la responsabilidad recaería en los servicios sociales, pero los recursos son escasos y aquí entramos en una espiral de tiempo y requisitos que interponen las instituciones públicas antes de que se le conceda al inquilino en situación de vulnerabilidad una vivienda.
Muy recomendables es, que antes de alquilar una vivienda comprobemos las capacidades de pago del inquilino antes de proceder a la formalización del contrato.